viernes, 18 de septiembre de 2009

Gracias Fernando


Hace mucho que conocemos a Fernando (pero mucho mucho...). Aterrizábamos en el mismo sitio y él siempre nos atendía. La visita se convirtió en confianza y con ello un lugar de reunión, en el que al final vamos con nuestras hijas, ha seguir unas pequeñas tertulias para amenizar las tardes de invierno y verano. Claro en estas tertulias los niños se llegan a aburrir y daba pie a coger cualquier papel o servilleta para poder entretenerse. Acabó organizandose y antes de salir de casa se preparaba sus papeles y pinturas para que no le faltase lo necesario. Otra vez ocurría lo de siempre: ¿que hago los los dibujos?. Pero ella, en este caso, encontraba la solución: ¡Toma Fernando te los regalo! Siempre lo hacia al tiempo de marchar. Fernando los cogía: ¡Gracias cariño! ¡Trae que los guardaré aquí! Abría un cajón y allí caían. Pasaba el tiempo y siempre lo mismo y yo pensando: ¡Anda que tiene paciencia! Hasta que un día al llegar al cajón dice: ¡Aquí, con los demás! ¿Como? no me digas que guardas dibujos. Claro que sí, aquí los tengo todos. Esto un día valdrá mucho.Nunca pensé que los guardaría todos y esto me dio la idea de guardarlos yo para poder enseñarlos. Hace poco volvimos a vernos y le pedí que me los dejara para que podáis ver los ratos de tertulia que durante unos 5 años ella ha aprovechado y nosotros los hemos pasado sin darnos cuenta. GRACIAS FERNANDO.



En un trozo de papel
con un simple lapicero
yo tracé una escalerita,
tachonada de luceros.

Hermosas estrellas de oro.
De plata no había ninguna.
Yo quería una escalera
para subir a la Luna.

Para a subir a la Luna
y secarle sus ojitos,
no me valen los luceros,
como humildes peldañitos.

¿Será porque son dorados
en un cielo azul añil?
Sólo sé que no me sirven
para llegar hasta allí.
Estrellitas y luceros,
pintados con mucho amor,
¡quiero subir a la Luna
y llenarla de color!

jueves, 3 de septiembre de 2009

Acaba el verano, comienza el curso, la rutina y todo queda en recuerdos que no olvidamos. Chasquidos de momentos que nunca queremos perder y de esta forma siempre veremos.